domingo, 29 de julio de 2012

¿Cómo zafarnos del entrampamiento oligarca?


Los chucos, 15 de mayo de 2012

¿Cómo zafarnos del entrampamiento oligarca?
Si algún riesgo corre la revolución Bolivariana es la de no poder zafarse de las trampas puestas por el estado liberal, dicho esto hagamos un ejercicio de revisión retrospectiva e introspectiva de las posibilidades con las cuales contamos para salir victoriosos y no morir en el intento.
La carencia de referentes morales que fortalezcan la estructura de credibilidad de las instituciones públicas hacen de la actual coyuntura una etapa difícil de transcender, la cultura clientelar a mellado de manera significativa, lo hace ver por momentos como un daño irreversible por la condición tan repetitiva de este comportamiento, la inmensa mayoría de venezolanos y venezolanas creen en que una sociedad más justa es posible y estas requieren de legitimar sus aspiraciones en valores firmes, en los cuales sean capaces de motivar e impulsar a otros. Dicho esto se hace necesario identificar en que escenario debe constituirse dichas aspiraciones y cuáles deben ser las condiciones para que estas se den.
Negar que dentro de las instituciones públicas las anteriores y las nacidas en los últimos trece años, están marcadas bajo el influjo del comportamiento anquilosado por la pequeña burguesía, esa que por su poderosa manera de actuar se perpetua en cada espacio en el que por error le hemos dado, la reproducción de aptitudes y comportamiento en el desarrollo de cada una de las actividades cotidianas de estas vienen marcadas, signadas por el proceder de los funcionarios y funcionarias de la cuarta republica esa que hemos decidido dejar a tras pero que nos engancha por la facilidad con la que según ellos se facilita “el ejercicio de la democracia”
Esta situación es consecuencia de una determinada concepción política de grupos o corrientes que internamente hacen de la negociación y de la confianza ciega en las instituciones burguesas su eje de acción, en lugar de confiar en la movilización organizada y combativa de un pueblo como el método privilegiado para enfrentar a la reacción y a las pretensiones de la clase burguesa que aun mantiene sus garras clavadas en la administración de las diferentes instituciones.
La burguesía y sus aliados han lograron llevarnos y mantenernos en su terreno, que no es otro que el de la legalidad burguesa, terreno en el cual se desenvuelven como pez en el agua, son especialistas de la trampa y la fachada, lo envuelven todo con artilugios y leguyerismo por la experiencia acumulada por tantos años de práctica, sus agentes y los recursos utilizados para tal fin. La desmovilización en la que nos han arrinconado y que han pretendido sacarnos de la lucha y la movilización, siendo este el terreno natural de los trabajadores y el pueblo oprimido.
 Pretender sustituir al pueblo, colocarlo en un estado de pasividad política, y convirtiéndole en clientela son los errores en los cuales se cae con frecuencia en los distintos niveles de dirección. Ambos errores conllevan a una degeneración progresiva del proceso revolucionario.
La falta de conceptos claros es otra debilidad, llamamos revolución a  relaciones de poder de partidos y organizaciones que una vez alcanzado el poder, las posibilidades de conducir o dirigir los destinos de una institución, u otro espacio se entregan a  los intereses económicos perpetuando a los individuos en el ejercicio de gobierno, provocando apariencias en un ciclo que pareciera que se va a transformar pero que tarde o temprano vuelve a su punto inicial, a la deformación de teorías sin praxis, justificándose en consignas y pretextos; “inventamos o erramos”.
Zafarnos del entrampamiento significa construir formas de liderazgo colectivo, construir o fortalecer al intelectual colectivo, profundizar en la política participativa. Entender cómo, mediante el  protagonismo popular se convierta en una condición necesaria e indispensable, para avanzar en la definición de lógicas de empoderamiento popular. Definir significa esclarecer las concepciones ideológicas que guían este proceso, desmarcarse del socialismo utópico, hueco, sin forma, ni fondo,  burocratizado, desmarcarse igualmente de la forma del capitalismo de estado, aletargador de verdaderas transformaciones.
Para concretar las posibilidades ciertas de salir del laberinto, debemos corregir este rumbo, ese será el costo indispensable para desplazar definitivamente a la burocracia, a la nueva clase político-económica dominante, a la dedocracia perversa y castradora de verdaderas intenciones, a la nueva burguesía y sus espacios de poder, concretar de manos del pueblo organizado que tome el mando y determine la conducción del proceso revolucionario.


 Damaso Díaz
socialistasiempre@gmail.com

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