Mates,
27 de marzo de 2012
El
riesgo de estar claro ideológicamente
Parece contradictorio que en
tiempos de cambios políticos, del decaimiento de las viejas estructuras
carcomidas por la corrupción, la falta de ética y el desarrollo de la crisis
moral extendida por las diferentes instituciones del estado liberal burgués
encontremos a un grupo de hombres y mujeres que por su claridad y profundidad
ideológica estén constantemente a riesgo en el ejercicio pleno de la militancia
revolucionaria.
¿Cómo se explica tal
situación?
Tras el inicio del proceso revolucionario Bolivariano,
comenzó a gestarse a la par una corriente de funcionarios en todas y cada una
de las instituciones del estado; las viejas y las de reciente creación, con una
aptitud común entre ellos, la de ser vividores, asalariados, o como comúnmente
se les conoce los que solo les importa el quince y el ultimo, por aquello del
cobro de las quincenas. Este tipo de funcionarios anquilosados en el viejo
pensamiento de que el papa estado lo resuelve todo, pensando en que ya somos
gobierno y dando por sentado de que los cambios vendrán poco a poco, como que
si de paciencia sin trabajo esfuerzos y sacrificios se tratara.
Para este tipo de funcionarios o servidores públicos se
hace necesario elevar la crítica urgente y propiciar las correcciones que
amerita, tomar la sindéresis; Formar un nuevo funcionario pasa por entender que
debemos demoler el viejo estado, desmontar la tesis de que todo lo que el
estado administra es deficiente, para ello no basta con el cambio de nombres, o
el simple cantico de consignas, el cambio de uniformes, va mucho mas allá de
esas simplicidades, comprendamos que los cambios no son producto de azar, ni
mucho menos vendrán por efecto de leyes o decretos.
Se hace inexorable el entendido de que todas las
instituciones deben adecuarse a la construcción colectiva de una nueva
estructura del estado, en la cual los altos directivos, gerentes o presidentes
de estas no se sientan pequeños estados dentro del gran estado, por el contrario, que sientan la
responsabilidad de trabajar aunadamente en función de objetivos comunes y no de
sus particulares intereses.
Por estas razones es que se hace tan difícil para un
grupo de compañeros y compañeras con ideas claras y con firmeza ideológica estar
y permanecer en las distintas instituciones, camaradas con tales
características representan un estorbo, un fastidio, para los directores o
presidentes de instituciones, para estos lo más importante son las apariencias,
las fachadas, los discursos y acciones sin forma ni fondo ideológico.
El análisis de los diferentes escenarios; nacional e
internacional deben ser un alerta, debemos optimizar los esfuerzos, ser
efectivos en la conducción y desarrollo de la actividad productiva del país, en
el manejo de los recursos del estado revolucionario, “la tarea de todo
revolucionario es hacer la revolución”, como nos dice Fidel Castro y en función
de ello todo el empeño de reconocer los errores y rectificar.
Cada acción efectiva, cada
tarea cumplida debe corresponder a la planificación estratégica, todas con el
único interés supremo de construir el estado socialista, para ello debemos
reconocer la importancia del modesto esfuerzo de los camaradas que hacen
militancia dentro de las instituciones, ese pequeño y selecto grupo de
combatientes que luchan por transformar el estado actual.
Damaso Díaz
socialistasiempre@gmail.com
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